Con la llegada de la época festiva, nuestro socio The New Retail Business School comparte un artículo en el que aborda las estrategias clave para diseñar una campaña de Navidad que conecte de forma efectiva los entornos digital y físico.
A las seis y media la calle se enciende. Una familia se para ante un escaparate que reacciona cuando enfocan el móvil: el maniquí cobra vida, sugiere tallas y, con un toque, reservan la última unidad en la tienda de la esquina. El trayecto termina con una recogida sin colas y envoltorio listo para regalar. Este es el tipo de experiencia que puede triunfar esta campaña 2025: una Navidad phygital que haga fácil elegir y emocionante participar.
Desde The New Retail Business School, socio de AMKT, partimos de una premisa sencilla: la tecnología es realmente útil cuando reduce fricciones y facilita una interacción más intencional.
Estrategia 1: tres escenas, una sola historia
La calle ha pasado de ser un escaparate a convertirse en una portada interactiva. Con Realidad Aumentada (RA), el «me gusta» se convierte en «lo quiero». Visualizas el producto sobre ti, guardas el look en la app y ves el stock en tiempo real. La clave está en integrar la acción: si algo atrae, que pueda sumarse al carrito en ese mismo momento.
La tienda funciona cuando el espacio es un sistema. Hay señalética clara, probadores que reciben solicitudes desde el móvil, staff con dispositivos para cerrar ventas en cualquier punto y un click & collect que actúa como vía rápida. Si el cliente no necesita preguntar, la coreografía está bien diseñada.
El móvil es la vía rápida que todo lo conecta. La app debe ser la consola de mando: scan to try, pago instantáneo, seguimiento y atención sin esperas. Es, además, el hogar del club: early access y recomendaciones activadas con first-party data. Cuanto más útil resulta la tienda, más natural se usa fuera de ella.

Estrategia 2: recursos que convierten experiencia en ventas
Cuando la ciudad se llena de luces, el cliente busca atajos. Hay que pensar el customer journey como una conversación —el escaparate capta, la tienda resuelve, la app acelera— y activar palancas con propósito:
- Pop-ups con un objetivo claro: sirven para probar lo nuevo, personalizar regalos o vivir colaboraciones efímeras. Reserva por franjas para evitar colas, programa lives en horas punta y conecta el checkout a la app. Éxito es que el visitante quiera volver o comparta el momento.
- RA que ahorra tiempo: visualizar talla/ajuste, orientar ruta en tienda y resolver dudas (manuales, accesorios, garantías). Si reduce pasos, se queda; si distrae, sobra.
- Escaparate que convierte: contenidos que cambian por stock y hora, QR o NFC con deep-links a la ficha correcta y coherencia de precio con e-commerce. El KPI es tráfico cualificado y add-to-cart, no sólo el «wow» del vídeo.
- App como vía rápida: localizar talla, pedir al probador, pagar y recoger en dos toques. Sin esto, la promesa phygital pierde credibilidad.
- Club que merece la pena: beneficios nítidos —early access, recogida prioritaria, envoltorio premium— personalizados con first-party data para evitar repetición y fatiga.
Estrategia 3: referentes que inspiran la ejecución

WOW Concept, en Madrid, ha demostrado que un edificio puede ser catálogo vivo con capa digital: marcas rotativas, espacios inmersivos y plataforma que amplifica lo que ocurre dentro. Para Navidad, la lección es curar historias por planta y activar momentos compartibles que viajen a la app y a redes, alargando la relación más allá de la visita.

Nike House of Innovation, en New York City y Shanghai, ha llevado la app al corazón de la tienda: Scan to Try para pedir tallas al probador, Shop the Look para comprar conjuntos e Instant Checkout para pagar sin caja. En picos navideños, esta coreografía recorta tiempos muertos, sube conversión y alimenta con first-party data un merchandising que aprende.
Estrategia 4: un recorrido real en 20 minutos
Imagina un paseo que encadena decisiones sin fricción. Frente al escaparate, un rótulo invita a «verlo en ti». Abres la RA, el look se superpone en pantalla y la app confirma tu talla disponible. Dentro, escaneas la prenda y solicitas que te la lleven al probador; un push avisa cuando está lista.
En el espejo, un botón muestra colores y un bundle navideño con precio cerrado.
Pagas desde el móvil con instant checkout y eliges: recogida en 15 minutos o envío al día siguiente. Enseñas el código, recibes el envoltorio sin pasar por caja y te llega el ticket digital con un tutorial breve.
Menos preguntas, más certezas: así se convierte la magia en ventas.
Estrategia 5: evita los cuatro errores que más caro salen
En Navidad, lo que falla se amplifica:
- Tecnología sin guion: experiencias brillantes que no llevan al carrito ni a la app.
- Promesas logísticas imposibles: nada frustra tanto como un regalo que llega después de Reyes.
- Desalineación de precios o mensajes entre web, app y tienda: el cliente compara al segundo y penaliza la incoherencia.
- Medir ruido en lugar de negocio: los likes y las visitas aportan poco si no se traducen en intención de compra, ventas y clientes que repiten.

Estrategia 6: mapa operativo para alinear a todo el equipo
No necesitas una enciclopedia, sino un mapa que entienda todo el equipo. Arranca con una idea madre que conecte escaparate, pop-up, tienda y app; será el hilo de contenidos y visuales. Elige dos apuestas tecnológicas —las que más atajo den al cliente— y comprométete a que funcionen siempre. Define servicios que den valor al ticket (envoltorio premium, instalación, garantías ampliadas, recogida prioritaria) y dales visibilidad desde el primer impacto.
Por debajo, enciende el motor: gobernanza de first-party data (consentimiento claro, segmentos útiles, reglas de presión comercial), plan de picos (refuerzo de staff, slots extra, backup de inventario en categorías calientes) y medición con sentido en tres momentos:
- Antes: escaneos en escaparate/app, reservas en pop-ups, listas creadas.
- Durante: scan-to-try atendidos, checkouts sin caja, tiempos de espera.
- Después: recogidas en primer intento, Net Promoter Score (NPS) de poscompra, repetición en enero.
Si ese cuadro de mando se mueve en la dirección correcta, la campaña habrá brillado y, sobre todo, habrá funcionado por dentro.
Magia que se nota en la caja
Una campaña de Navidad phygital no es una exhibición tecnológica. Es confianza cuando el cliente más la necesita. Si la calle inspira, la tienda resuelve y el móvil simplifica, el efecto se nota en ventas, en valor medio y en reputación.
Desde la Asociación de Marketing de España (AMKT) queremos agradecer a The New Retail Business School, socio de AMKT, su aportación a este análisis sobre cómo construir una campaña de Navidad realmente phygital, donde la tecnología no deslumbre por sí misma, sino que ayude a reducir fricción, aumentar intención y transformar cada interacción en una experiencia que funcione de verdad.
Este artículo ofrece una hoja de ruta clara para los equipos de marketing que afrontan uno de los momentos más exigentes del año: integrar calle, tienda y móvil en una misma historia; activar recursos que conviertan experiencia en ventas; y preparar un mapa operativo que alinee a todos los equipos sin perder el foco en el cliente.
Y ahora la reflexión es tuya: ¿qué iniciativas has puesto en marcha esta Navidad para convertir inspiración en resultados, y magia en negocio tangible?
Es importante decidir qué palancas priorizar, cómo coordinar equipos y qué soluciones marcarán la diferencia entre una campaña memorable y una simplemente correcta.
En AMKT seguiremos impulsando junto a nuestros socios un marketing más innovador, coherente y orientado al valor, acompañando a los profesionales en la creación de experiencias que funcionan por fuera… y también por dentro.
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